
Las patronales de medios de todo el país pretenden profundizar la persistente caída del salario de los trabajadores de prensa. En estas horas las cámaras de medios del interior del país, que en su mayoría coinciden con las de la Ciudad de Buenos Aires, negocian con la Fatpren el segundo tramo de la paritaria 2021 que había cerrado con un incremento del 18% para el semestre que va de febrero a agosto de este año.
Ahora, cuando la inflación acumulada durante los últimos 12 meses supera el 50% y los pronósticos que difunde el BCRA proyectan un porcentaje similar para fin de año, las empresas de medios proponen un acuerdo que no llegaría ni al 35% anual.
Lo mismo ocurre con la negociación que involucra a los medios de la Ciudad de Buenos Aires que, a pesar de su literalmente nula representación, sellaron con la UTPBA por apenas un 30% hasta abril de 2022. En este caso los trabajadores de prensa arrastramos una pérdida del poder adquisitivo de alrededor de un 40% desde diciembre de 2016 que se irá profundizando si no se reabren en forma inmediata las negociaciones.
La caída del salario real de los trabajadores se verifica en la inmensa mayoría de los gremios desde hace ya varios años. El último año no fue la excepción y, en promedio, el retroceso fue del 7%. Por eso, en muchos gremios ya se han adelantado las revisiones para corregir las negociaciones y llevarlas a una nueva pauta de alrededor del 45% que, de todas maneras, resulta insuficiente ante la escalada de los precios. En prensa necesitamos una recomposición sensiblemente superior para garantizar que el 50% de los trabajadores que cobra salarios debajo de la línea de pobreza salga de esa situación.
Este cuadro de precariedad se explica por la voracidad de los empresarios de medios que pretenden avasallar los convenios, precarizar el trabajo e imponer el pluriempleo como norma para los trabajadores. El mismo Jorge Fontevecchia lo graficó en una entrevista cuando sostuvo que los trabajadores de prensa deben ejercer su oficio “por vocación”. Por eso, entre otras vulneraciones, insiste en no pagar el aguinaldo a sus trabajadores en tiempo y forma.
Pero la responsabilidad también recae sobre el gobierno nacional y el Ministerio de Trabajo que, mientras las empresas hambrean a sus trabajadores e incumplen derechos elementales como el aguinaldo y los convenios, las premian con ATP, Repro, contratos de impresión y pauta publicitaria y, a la vez, son incapaces de sancionar y multar a las patronales que violan abiertamente la Ley de Contratos de Trabajo.
Las empresas se valen del concurso de la UTPBA a la hora de negociar paritarias a la baja que, a su turno, sostiene su representación con la complicidad del Estado que, a pesar de la evidente representitividad del SiPreBA, demora el reconocimiento de su personería y, a la vez, bloquea su participación en las paritarias que, precisamente, surgieron como resultado de la recuperación de la negociación colectiva de la mano de las comisiones internas de los medios y a través de paritarios electos en asambleas de base.
Es vital recuperar el oficio empezando por el salario y las condiciones de trabajo. Para eso resulta impostergable la reapertura de las negociaciones con la participación del SiPreBA. Esa tarea solo puede recaer en los trabajadores de prensa empezando por concentrar el reclamo y visibilizarlo en forma masiva.
La Naranja de prensa
18/8/2021